Don Francisco reveló el secreto de que de niño era una persona tímida, tanto que abandonó los estudios durante un tiempo. Cuando retomó los estudios, más maduro y seguro de sí mismo, llegó a ser presidente de la clase. Cuando pasó al instituto, dejó los estudios para trabajar como vendedor de ropa, y desde entonces ha demostrado tener excelentes contactos y relaciones con el público. En su tiempo libre, actuaba como animador en el Club Macabbi Israelí, del que era miembro. Allí nació el personaje que más tarde reconoceríamos como Don Francisco.
